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Diez regiones del país presentan tasas de incidencia de COVID-19 ascendentes


  • Académicas de la Universidad de Talca, a través de un proceso de visualización de datos, generan un análisis diario con las cifras entregadas por el gobierno.
  • Las especialistas facilitan estos informes a diversas redes científicas en el país y precisan que es vital contar con datos desagregados para la generación de conocimiento en relación a la evolución de la pandemia en Chile.


Un análisis regional y nacional de las tasas de incidencia (casos nuevos) del COVID-19 y su evolución día a día, efectúan las profesoras de la Universidad de Talca, Gloria Icaza, bioestadística del Instituto de Matemática y Física y Loreto Núñez, salubrista académica del Departamento de Salud Pública de dicha Institución. El trabajo busca ser un aporte para entender la evolución de la pandemia y cómo ésta afecta a las diversas zonas del país, en base a la información que comparte a diario el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación.

De acuerdo con los datos que procesaron las académicas, se muestra una tendencia ascendente en diez regiones del país en las tasas de incidencia con los datos hasta el 13 de mayo: Arica y Parinacota, Tarapacá, Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins, Maule, Ñuble, BioBío y Los Lagos. Esto quiere decir que los contagios de dichas zonas van al alza. “Esta es una mirada diferente a los datos que entregan las autoridades, que permite observar la tendencia en las regiones, que se visualiza con una curva de ‘suavizamiento’, lo que permite ver el conjunto y que un caso en específico no afecte la tendencia, facilitando la generación de un resumen de los datos de manera que sirvan para la toma de decisiones poblacionales”, explica Loreto Núñez.

Las profesionales coinciden que el aumento de casos que se ha producido desde los primeros días del mes de mayo corresponde a un mayor número de contagios y no exclusivamente a una mayor cantidad de exámenes. “La tendencia al aumento de casos se observaba en los gráficos desde el 23 de abril, con un cambio porcentual diario de 8,1%, lo que es estadísticamente significativo”, puntualiza Icaza.

Por suPor su parte Núñez explica que ese aumento se puede deber a lo ocurrido durante Semana Santa y los mensajes que la autoridad dio posterior a ese fin de semana largo, donde se habló de “nueva normalidad” y de la apertura de algunos espacios como centros comerciales. ”Estos mensajes contradictorio por parte del gobierno, genera una disonancia cognitiva, resultando complejo para las personas saber qué hacer”, afirma.

Análisis

En el informe, también se puede evidenciar la situación de la Región de Magallanes, que ha tenido altibajos en su tendencia, caracterizada porque el brote en Punta Arenas no lograba aplanarse, al contrario de lo ocurre en otros lugares donde se han tomado medidas similares y han logrado disminuir sus tendencias como en Ñuble o Los Ríos.

A nivel nacional, el análisis de las profesoras de la UTalca señala que aún no existe una meseta en los contagios y al contrario “no se observa que las curvas vayan a la baja, estamos en un período álgido de aumento y no se ve cambio de esa tendencia”, sostiene Icaza, quien indicó que hace algunas semanas hubo una cierta tranquilidad, -no una meseta- dada por la contención efectuada en la zona oriente de Santiago, pero que de todas maneras los gráficos eran siempre ascendentes.

Respecto al peak de la enfermedad, las especialistas precisan que es muy complejo estimar fechas. “No sabemos si este será el peak o habrán más, porque nos encontramos en el medio de la pandemia y no sabemos cómo continuará”, puntualiza Loreto Núñez.

En tanto, Icaza explica que la característica de este contagio, que es tan expansivo y exponencial, hace que en algún minuto sea muy difícil hacer la vigilancia y aislar los casos, lo que significa más contagios. “Estamos en el punto en que la velocidad de propagación es muy alta y es muy difícil de manejar, se vio que los contagios se movieron desde el sector oriente hacia comunas más populosas de la Región Metropolitana, donde es distinto el manejo de los casos en zonas que son altamente pobladas y con otra situación socioeconómica”, argumentó Gloria Icaza.

Datos Desagregados

Las profesoras coincidieron en la importancia de colaborar en la generación de este material, que apoye a la toma de decisiones en relación a la pandemia, pero enfatizaron en la necesidad de contar con más datos desagregados por parte del Ejecutivo, que facilite el análisis de estas tendencias y el estudio más completo de lo que está pasando con la enfermedad en Chile. “Hay muchos datos, pero principalmente son a nivel de país y regiones, pero es necesario continuar incrementando la información existente, siempre considerando el tema ético de confidencialidad de las personas”, planteó la profesora Icaza, quien agregó que por ejemplo es complejo efectuar hoy análisis comunales, ya que no se cuenta con toda la información.

Datos como la fecha de inicio de síntomas de los contagiados a nivel comunal, los síntomas de cada contagiado de forma desagregada, factores de riesgo de los casos e información desagregada de las personas fallecidas sobre la evolución de la enfermedad o problemas previos de salud, son algunas informaciones que para las especialistas sería importante tener y que permiten efectuar estudios más acabados de la pandemia, como análisis de los tipos de enfermedades preexistentes que llevan a problemas más complejos o a la muerte por COVID-19 o para visualizar evolución de la enfermedad desde los primeros síntomas. “Contar con estos datos y poder efectuar estudios al respecto permite fortalecer el sistema de información de salud y desarrollar políticas preventivas adecuadas”, afirma Icaza.

Metodología

Las profesoras generan el material a diario -que se expresa en gráficos-, para que especialistas a nivel nacional puedan tener una opción diferente para el análisis de los datos que entrega el gobierno, en este caso específico, una mirada desde las tasas de incidencia, que corresponden a la relación entre el número de nuevos casos a lo largo de un periodo concreto y la población existente en un espacio determinado.

"En este informe generamos una mirada diferente a los datos que entregan las autoridades, ya que ponemos atención en la tasa de incidencia diaria, es decir el número de contagios en relación con la población de cada zona, y no solo observamos el número de casos diarios. Esta información es útil porque nos permite evaluar el cambio de tendencia. Es relevante señalar también que usamos un mecanismo de 'suavizamiento', es decir una manera para que estadísticamente las variaciones específicas que pudieran producirse en un día, no afecten la curva y nos permita generar una tendencia. Esto nos da la posibilidad de observar, por ejemplo lo que sucede en regiones y facilita la generación de un resumen de los datos de manera que sirvan para la toma de decisiones en la población”, detalla la profesora Gloria Icaza, quien ha trabajado en el análisis de enfermedades crónicas y su mortalidad a nivel nacional, junto a un grupo de investigadores de la Universidad de Talca desde hace varios años.

La profesora Loreto Núñez, explica que la metodología utilizada la han aplicado para entender mejor la mortalidad en las enfermedades crónicas, pero que hoy están observando cómo se puede incorporar estos métodos en las enfermedades infecciosas que tienen características diferentes, ya que son de corto plazo y con un período de incubación también acotado.

“La velocidad en que se producen los cambios en los índices de este tipo de enfermedades infecciosas es muy distinto, y es por eso, que la visualización que estamos entregando es interesante, ya que se observan claramente las tendencias regionales y nacionales, más allá de si en un día determinado hay más o menos casos”, precisa Núñez y agregó que es relevante dejar en claro que, cuando uno habla de una pandemia siempre se debe considerar que habrán curvas exponenciales en los contagios, lo que se espera es disminuirla.


Tendencias de la tasa de incidencia COVID-19